Lo llevamos diciendo varias semanas y ha llegado el momento: Última Parada Libertad se despide, al menos en parte.
Cada una de nosotras sigue el rumbo de sus vidas y nos bifurcamos tras haber caminado juntas en este camino que ha sido tan bello como desgarrador.
Ha sido ya más de un año desde que comenzamos con esta “locura”, y damos las gracias todos los días por no habernos rendido cuando todo parecía una idea ridícula y una vocecita en nuestra cabeza (y fuera de ella) nos decía “¿Quién os creéis que sois?”.
Hoy todo parece mucho menos lejano de lo que uno pensaría, como si fuera ayer el día que iniciamos el Crowdfunding, como si no fuéramos totalmente diferentes que esas chicas que cogieron un avión dirección Atenas en Febrero.
Pero aquí estamos, y es un fin que se nos antoja agridulce. Hemos logrado más de lo que muchos, incluidas nosotras, habrían pensado. Las charlas, las exposiciones, las participaciones en manifestaciones… Pequeños pasos que han acercado a muchas personas a esta realidad, que han hecho que la mentalidad de más de uno cambiara y que quisieran rechazar la “comodidad”de no saber.
Aquí estamos y es un orgullo, sinceramente, haber sido portavoces de un drama que nos toca a todos tan de cerca aunque lo veamos lejos, y haber recibido todo el apoyo que nos habéis brindado desde el minuto 1. No, no nos cansamos: GRACIAS.
Ahora el camino de UPL camina sin nosotras, lo cual es probablemente lo mejor que nos podía haber pasado: que tu proyecto hable por sí solo. El libro de Última Parada: Libertad ha tenido una acogida tan increíble que se nos han agotado los libros en cuestión de un par de semanas.
Tras las presentaciones y nuestras últimas apariciones (de momento) en este tipo de eventos para UPL, nosotras nos vamos pero el libro sigue ahí fuera. Nuestros amigos de PROEM-Aid se encargarán de él a partir de ahora, y sabemos que no podíamos haberlo dejado en mejores manos.
Cerramos este post y este año y pico de trabajo con el corazón lleno y encogido al mismo tiempo. Sentimos un agradecimiento que no cabe en palabras: a vosotros, a las personas y amigos que hemos conocido en la ruta (refugiados y voluntarios), y a todos los que todavía siguen luchando por que esta crisis no permanezca en el silencio mediático que nos rodea.
Decimos gracias como si eso fuera suficiente porque ya no sabemos hacerlo de otra forma.
Gracias, por todo, y hasta pronto.
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